¿No te alcanza el tiempo? Te presento una técnica eficaz
El secreto es: “Haz lo que debes y está en lo que haces”
¿Por qué no nos alcanza el tiempo?
porque somos –sobre todas las cosas- trabajadores del conocimiento. Esta situación implica entender que todo directivo está inmerso en una sociedad de la información. Lo cual a su vez ocasiona serios problemas a la hora de relacionarse con su trabajo debido a la hiperconectividad y el exceso de información. La consecuencia de esta situación conlleva la mayor de las veces al déficit de atención, la dispersión y el famoso multitasking que produce una baja productividad, sensación de agobio y, sobre todo, estrés y desmotivación.
vivimos en piloto automático
Este sentido de vivir en “piloto automático” nos priva –muchas veces- de vivir experiencias significativas y perder el momento de lo que sucede, por estar en modo, presencia física y ausencia mental. El mejor ejemplo es cuando decidimos tomar unas merecidas vacaciones y queremos estar con nuestra esposa e hijos, pero lo que sucede en realidad es que nuestra mente y espíritu están con el último problema que dejamos en la oficina y dejamos de vivir plenamente el momento de esparcimiento que tanto buscamos.
Una técnica eficaz
A raíz de estos problemas, ha surgido una metodología educativa denominada el mindfulness que empieza a tener una amplia aplicación en el mundo de las empresas y organizaciones puesto que pretende liberar la mente de la sobrecarga de ocupaciones y preocupaciones y, que la mayoría de las veces, no nos permite concentrarnos en lo que hacemos. Este sistema se basa en la idea simple de cultivar la atención y concentración en las actividades que realizamos y, gracias a esto, el trabajo adquiere mayor sentido y se alcanzan mejores niveles de productividad.
Con el mindfulness se logra mejorar la memoria en el trabajo, la comprensión, el aprendizaje, la calidad de las discusiones, la resolución de problemas y, especialmente, la toma de decisiones (Ribera & Guillén 2014).
El propósito de esta metodología es – a mi juicio- que nos permita equilibrar nuestra vida personal y familiar con nuestro trabajo. Esto quiere decir que el sentido del mindfulness es liberar el tiempo ocioso o improductivo para dedicarlo a otros fines como pasar más tiempo con la familia, los amigos o haciendo un deporte, lo cual genera un equilibrio que nos brinda mayor sentido de bienestar y realización.
Casos de empresas
Empresas como General Mills o Google han implementado el mindfulness para lograr la mejora de la productividad y el sentido de satisfacción y contribución del trabajo. De hecho, Google tiene un programa denominado “Search Inside Yourself” que busca generar espacios de reflexión personal para entrenar la atención, el autoconocimiento y el fomento de hábitos mentales sanos como el orden, la organización y el “mono-task”.
Lo anterior, nos lleva a preguntarnos cuáles pueden ser las actividades que pueden contribuir a un estado de atención plena o mindfulness en el mundo de las empresas y organizaciones.
¿Cómo?
- debemos aprender a tener horarios respecto a nuestro propio trabajo y llevarlo a la agenda. Por ejemplo, un horario para responder las llamadas, contestar el teléfono o escribir informes.
- es muy conveniente evitar hacer compromisos que no sabemos si podemos cumplir o no. ¿Para qué enviar una información o hacer un informe que no nos están pidiendo porque no es necesario? Asimismo, es muy útil antes de iniciar una lista de pendientes preguntarnos si es necesario, útil o me permite lograr algún objetivo. Muchas veces, llenamos nuestras listas de pendientes de mil cosas que no tienen ningún impacto en nuestros objetivos personales o profesionales.
- tenemos que reconocer que el peor cáncer de la vida directiva es el activismo. Esta es una adicción que genera su propia adrenalina. Esta enfermedad, para citar un ejemplo, se hace más evidente cuando tenemos que contestar el correo electrónico inmediatamente llega y dejamos de hacer lo que estábamos haciendo, por no mencionar lo que hacemos con el whatsapp o las alertas de Facebook o Linkedin. El mayor problema de este cáncer radica en que nos volvemos irreflexivos, primarios, reactivos y emocionales a la hora de tomar decisiones, lo cual va en contravía de lo que se espera de un directivo y, es precisamente, su prudencia, ponderación y ecuanimidad a la hora de tomar decisiones.
Conclusión
Una buena conclusión sobre este tema sería recordar estas palabras: “Haz lo que debes y está en lo que haces”.