¿Quién es un buen CEO?

¿Quién es un buen CEO?

Un CEO es la sombra alargada de la empresa (Andrews)

 

Un buen CEO se reconoce por tres características:

El propósito

Por su capacidad de generar al interior de la empresa un propósito que genere sentido de contribución a todos los miembros de la empresa. Se reconoce por su preocupación por definir y construir una estrategia para la organización que asegure un buen desempeño y la sostenibilidad de la empresa.

Moviliza

Un buen CEO es un agente de la organización que moviliza a las personas definiendo encargos, tareas y responsabilidades de cara al cumplimiento de objetivos, de tal forma que es un impulsor de comités, fuerzas de tarea, espacios de discusión, y rendición de cuentas como mecanismos de impulso y seguimiento de las iniciativas.

Da ejemplo

Se reconoce por ser un líder personal cuya personalidad y carácter impregna a toda la organización, de tal modo que su quehacer es el modelo para el resto de directivos y colaboradores.

En resumen, un buen CEO es un arquitecto del propósito y estrategia de la organización, es un líder de la organización y un líder personal (Andrews 1971).

¿Cómo se aprende a ser CEO eficaz?

Estas tres responsabilidades debe combinarlas con la capacidad de resolver problemas y con la habilidad de tomar decisiones. Ambas capacidades requieren que el CEO cuente con atributos necesarios para el desempeño de su cargo como la experiencia, el criterio y la humildad. Por un lado, dirigir es un acto de la experiencia, porque mas allá de la retórica del liderazgo, el aprendizaje directivo proviene de las experiencias adversas, del ensayo y el error y de la reflexión en el quehacer diario (Hill 2007).

Es un error creer que se aprende a dirigir leyendo muchos libros o participando de muchas conferencias, por el contrario, a dirigir se aprende dirigiendo. Por otro lado, el criterio del directivo se basa en la capacidad de discernir cada decisión y, para ello, la deliberación, el dialogo y las preguntas son fundamentales para determinar la mejor decisión para cada momento. La mayor trampa de un CEO es creerse un sabelotodo y no tener la humildad de apoyarse en los demás con mentalidad de aprendiz.

Para ser buen CEO debes…

  • Tener una visión de conjunto de la organización. Es un error un nombrar un CEO que sea especialista funcional de la organización porque es un experto en finanzas o marketing, por el contrario, el mayor atributo que debe tener es su capacidad de integrar las áreas y conocimientos de la organización con una mirada generalista y no especializada de las realidades de la empresa.
  • Actuar como una bisagra que articula las expectativas, intereses y propósitos de los propietarios de la empresa y los miembros de junta directiva con las expectativas de su equipo directivo y demás colaboradores. Este rol integrador obedece a una visión amplia de la organización y de los diferentes stakeholders.
  • Ser un buen político, porque es capaz de reconocer la existencia de intereses, rivalidades y luchas de poder propias de toda organización. Su habilidad política se expresa en su capacidad de lograr la unidad y el consenso en la organización mediante una autoridad ganada en la confianza y el respeto. Este atributo requiere una gran capacidad de observación de las personas en la organización, especialmente, las motivaciones e intereses que mueven a las personas.
  • Reconocer quienes están alineados con la cultura y los valores de la organización y quienes no. Cuáles son los mercenarios de la organización que están por un salario o por poder y cuáles han logrado una identidad entre sus propósitos y los propósitos de la compañía. El legendario CEO de GE, Jack Welch prefería despedir a los mercenarios, así sus resultados económicos fueran sobresalientes, porque primero estaba la alineación con los valores y la cultura de la empresa (Bartlett 1999).
  • Ser capaz de renunciar a su propio egoísmo, quizás la tarea más difícil porque el olimpo de la dirección general encumbra el ego. Y esta renuncia se expresa en la capacidad de desarrollar a su equipo directivo con miras a su sucesión y, en segundo termino, mediante el compromiso de contribuir al país a través de su responsabilidad social que se expresa en la preocupación por los pobres, el medio ambiente y la comunidad en la que vive.

Conclusión

Un buen CEO es alguien que entiende que la empresa no es –únicamente- una realidad económica sino que es un agente de transformación de la sociedad.