¿Cómo construir la estrategia de la organización?

¿Cómo construir la estrategia de la organización?

Frecuentemente encontramos que los directivos de las organizaciones experimentan una gran frustración con la planeación estratégica que llevan a cabo en sus empresas. Esta frustración se expresa en que este proceso no arroja los resultados esperados. Nuestra experiencia en INALDE Business School nos ha enseñado que una de las causas que llevan al fracaso del proceso de planeación estratégica radica en la falta de un adecuado acompañamiento ayude a coordinar el proceso. Como consecuencia, muchas veces el proceso termina en un ejercicio retórico de definición de palabras como misión y visión, o en otros casos, se actualizan las metas, los planes de acción y el presupuesto. Para construir la estrategia de la organización se requiere llevar a cabo un proceso que consta de tres etapas (Johnson and Scholes 2001).

Primer paso: el diagnóstico
La organización debe realizar un diagnóstico y una evaluación interna y externa. Este diagnóstico debe partir de analizar muchos aspectos internos tanto positivos como negativos y, asimismo, debe analizar el entorno, los competidores y el sector al que pertenece. De igual modo, la alta dirección debe conocer de primera mano las expectativas de los accionistas o propietarios y por último, debe analizarse la responsabilidad de la empresa frente a los problemas de su comunidad inmediata y, en términos generales, de la sociedad. Todos estos elementos se analizan, se estudian y se discuten con la alta dirección y con un equipo de promotor del proceso.

Segundo paso: la formulación
Con el diagnástico realizado y discutido, la organización procede a diseñar, formular y seleccionar las estrategias que quiere ejecutar. Lo más importante de este proceso consiste en que la empresa defina claramente preguntas como: ¿cuál es mi ventaja competitiva?, ¿de qué manera creo y entrego valor a mis clientes? De igual modo, es este el momento en el que la organización piensa su modelo de negocio y lo ajusta según los resultados de la evaluación. De esta fase debe surgir, de manera articulada con el diagnóstico, las estrategias, planes de acción, iniciativas y proyectos que permitirán lograr los objetivos que la empresa quiere lograr.

Tercer paso: la implementación
La implementación es una de las fases más críticas y más olvidadas, porque una vez que los directivos han realizado el proceso de planeación estratégica cambian de prioridades y se dedican, por lo general, a administrar el día a día. El secreto del éxito en esta fase radica en programar las reuniones semestrales o anuales de seguimiento estratégico, porque es muy importante que los equipos directivos sepan que periódicamente deberán rendir cuentas de sus acciones respecto de la planeación estratégica. Muchas empresas con el CEO a la cabeza, por ejemplo, dedican una semana al año a un thinking week en el que revisan el desarrollo y el desempeño de los planes y estrategias definidos en la planeación estratégica.

Luego, esta dinámica debe seguir una permanente discusión en la junta directiva y en los comités de dirección, de tal manera que, el proceso de planeación estratégica siga teniendo desarrollo y seguimiento en estas reuniones. De igual modo, el CEO debe mantener la disciplina de estar promoviendo la conversación estratégica alrededor de los retos, desafíos y tareas de la nueva estrategia.

Los mayores secretos para una buena planeación estratégica son: la rendición de cuentas de los resultados del proceso por parte de los ejecutivos de la empresa, asegurar el compromiso frente al proceso, mantener la dinámica de discusión y seguimiento a la estrategia de manera continua y permanente y, sobre todo, es fundamental que el CEO comunique –por lo menos 10 veces al día- la visión y los retos de la organización para lograr una movilización alrededor de un gran objetivo.

En conclusión, el proceso no resulta difícil. Simplemente requiere orden y sentido de prioridad por parte del CEO y de la junta directiva. No obstante, lo anterior lo que no podemos olvidar es que la definición de la estrategia es el comienzo de un camino que la empresa debe seguir y algunas instrucciones que deben tenerse en cuenta para el viaje, sin embargo, el éxito depende en muy muy buena medida del liderazgo de la alta dirección que se refleja en su capacidad de comunicar, convocar y, especialmente, generar y consolidar equipos.

Publicada el 28 de agosto de 2015.