Robert Kiyosaki: Mitos y verdades de las finanzas personales

Robert Kiyosaki: Mitos y verdades de las finanzas personales (I)

Robert Kiyosaki es uno de los escritores de mayor éxito editorial de los últimos tiempos. Al día de hoy sus cerca de 15 libros han alcanzado más de 26 millones de copias vendidas en 80 países y se han traducido a 40 idiomas. Asimismo, se ha convertido en un gran empresario del campo de la educación, su empresa Cash Flow Technologies se calcula que tiene un valor neto de 80 millones de dólares. El mayor logro de Kiyosaki es que ha popularizado sus consejos sobre las finanzas personales y se ha convertido en un gurú muy convincente en temas de autoayuda financiera.

¿Cuál es la clave del éxito de Kiyosaki?

Kiyosaki logra usar un lenguaje sencillo y comprensible para todos los públicos y es capaz de sintetizar sus ideas mediante gráficos y flujos. La razón del éxito de Kiyosaki es que sus libros están escritos en una época en la que la riqueza y la posición social son muy apreciados social y culturalmente. Por esta razón, Kiyosaki logra conectar muy bien con su audiencia porque brinda fórmulas y leyes para lograr el éxito de una manera rápida y sencilla.

El problema de la antropología de Kiyosaki es pretender reducir la vida y la propia felicidad al éxito económico –algo muy cultural en nuestra sociedad- y además, pretender creer que el fin de la vida es lograr la riqueza y disfrutar del placer al máximo. Kiyosaki tiene un ideal de felicidad en el que las personas se realizan disfrutando de los placeres de la vida. Se imagina que la libertad financiera es la capacidad de alguien para disfrutar las playas y el mar, los paseos en yates, el whisky y el golf (lo cual no quiere decir que estén mal estas actividades sino que no podemos tener una concepción del hombre reducida solamente al ocio, al placer y al bienestar). Estas ideas muchas veces las compramos ávidos de encontrar sentido a nuestra vida, como consecuencia de los imperativos y la presión social que terminamos aceptando.

El estilo de Padre Rico y Padre Pobre

Su principal libro se llama “Padre rico padre pobre”, el cual mediante historias cuenta su experiencia con dos tipos de padres, uno que le brindaba consejos sobre el dinero y el éxito económico y el otro que lo aconsejaba sobre la importancia de estudiar y tener buenas calificaciones. Esta obra en realidad se parece mucho al mayor éxito editorial de los Estados Unidos en el siglo XVIII, la obra de Benjamin Franklin llamada “El pobre Richard”. Franklin en un almanaque brindaba consejos sobre virtudes y, especialmente, el logro del éxito en la vida cotidiana, de este almanaque provienen aforismos como “el tiempo es dinero”. Muchos historiadores y sociólogos señalan que la obra de Franklin ayudó a forjar la cultura y el espíritu del pueblo norteamericano en el siglo XVIII y siglo XIX (Johnson 2007 y Bell 2010). No obstante las similitudes entre Franklin y Kiyosaki, la gran diferencia entre ambos es la idea que tienen del éxito de una persona. Por ejemplo, Franklin creía en los valores como el trabajo, la laboriosidad y la frugalidad mientras Kiyosaki por el contrario escribía sobre la importancia de retirarse joven y rico, es decir, vendía la ilusión del retiro como una forma de liberarse de la carga pesada del trabajo. De igual modo, Franklin veía en el trabajo un medio de contribución a los demás y la riqueza un medio para servirle a las personas mientras que Kiyosaki creía que la riqueza era un objetivo que había que alcanzar y, a su vez, era un medio para el alcanzar las principales aspiraciones humanas como el acceso a bienes como el dinero y las posesiones y, en última instancia, la felicidad.

¿Cuáles son los mitos de Kiyosaki?

Kiyosaki es un defensor de que el fin de la vida es la consecución de la riqueza y, como una consecuencia no deseada, termina promoviendo una antropología de la codicia y el egoísmo. La razón es sencilla: Kiyosaki enfoca la vida a la consecución de ingresos y activos, lo cual no deja mucho espacio para la generosidad y la magnificencia, porque la carrera hacia la riqueza crea una racionalidad del calculo individual que conlleva a desdibujar instituciones sociales como el pago de los impuestos, el trabajo arduo y la realización de actividades filantrópicas. Bill Gates, por ejemplo, sabe que el mayor daño que le puede hacer a sus hijos es heredarles tan importante fortuna. Gates, por el contrario, ha acordado con su esposa y sus hijos que la mayor parte de sus riquezas las destinarán a la fundación que lleva sus nombres.

De otro lado, el logro de los objetivos que se propone Kiyosaki como la adquisición de activos, el disfrute de ingresos pasivos y la libertad financiera no generan la felicidad prometida, porque una vez se pierde la novedad del disfrute inicial de un bien, entonces, la persona se acostumbra a él y el sentido de vacío aumenta, dado que, los esfuerzos no brindaron las recompensas que se esperaban. Algunos estudios sobre felicidad muestran la situación de los ganadores de la lotería. En un comienzo experimentan grandes momentos de euforia y felicidad, pero con el tiempo comprueban que antes de ganarse la lotería eran más felices (Sison 2008).

En la próxima edición de Dinero.com presentaremos la segunda parte de este artículo. Allí veremos cuáles son las verdades de Kiyosaki y algunas conclusiones.

Profesor Área de Política de Empresa
INALDE – Universidad de La Sabana
Publicado en Dinero.com el 31 de julio de 2015.